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Aggreko, líder mundial en soluciones energéticas, lanza el “Informe sobre la Transición Energética en América Latina: estrategias, barreras y oportunidades”. Este material ofrece análisis e ideas en profundidad para los profesionales del sector eléctrico de la región, convirtiéndose en una lectura esencial para comprender las tendencias, desafíos y oportunidades emergentes en este contexto dinámico.

En los últimos años, América Latina ha experimentado una importante transformación en su sector energético, con un creciente interés por fuentes de energía más limpias y sostenibles, además de la garantía de la seguridad energética.

Aggreko, como uno de los principales impulsores del crecimiento empresarial y el desarrollo sostenible en la región, realizó un estudio con más de 830 profesionales del sector eléctrico e infraestructuras, desde concesionarias y empresas de T&D, hasta agencias reguladoras, empresas de DG y proveedores de servicios relacionados con los servicios públicos, en 13 países de América Latina, entre gerentes, directores, supervisores, ingenieros y consultores.

El objetivo es comprender cómo las empresas abordan los desafíos y oportunidades de la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.

El informe señala que en Chile el combustible/tecnología que cumple un papel más importante en la transición energética es la energía solar (93%), seguido de la energía eólica (81%) y el hidrógeno (66%).

Asimismo, destaca que la transición energética representa una oportunidad significativa para las empresas (71%).

Patricio Valenzuela, Vicegerente de Operaciones en Tiempo Real del Coordinador Eléctrico Nacional de Chile, comparte los avances observados en el sector energético chileno.

“Estamos licitando condensadores síncronos e innovando en colaboración con especialistas para enfrentar los desafíos asociados a la intermitencia de fuentes renovables. Las proyecciones indican que, entre 2024 y 2025, habrá meses en los que durante las horas de sol tendremos costo cero a nivel nacional, o que abrirán oportunidades para el almacenamiento de energía mediante baterías”, señaló.

En el contexto latinoamericano, las tecnologías emergentes, como la hidrogenación y el almacenamiento de energía de baterías, están ganando fuerza, indicando una atención especial a las innovaciones que impulsan la transición. Es importante destacar que las soluciones híbridas (26%), que combinan fuentes renovables y fósiles, también se consideran importantes.

“Al observar los análisis obtenidos en este estudio, existe una clara tendencia en América Latina hacia un futuro energético más sostenible”, dijo Hugo Domínguez, Líder del Sector de Servicios Públicos/Infraestructura Eléctrica para América Latina y el Caribe de Aggreko.

“Estos descubrimientos refuerzan la necesidad de un enfoque colaborativo entre empresas, gobiernos y entidades reguladas para crear un entorno más favorable para la transición energética en la región. Solo con una cooperación efectiva y estrategias bien planificadas, considerando los desafíos y oportunidades identificados, será posible promover esta transformación hacia un futuro energético más sostenible y resiliente”, agregó.

Entre sus descubrimientos, está una preferencia por la Energía como Servicio (35%) como modelo de negocio, en el cual una empresa proporciona y gestiona todos los aspectos de infraestructura de energía para sus clientes, incluyendo instalación, operación, mantenimiento e incluso financiamiento de sistemas de energía.

A continuación, aparece O&M – Operación y Mantenimiento (32%) – modelo en el que una empresa prestadora de servicios es responsable de garantizar que las instalaciones funcionen de manera eficiente y confiable a lo largo del tiempo, y “Direct Selling” (19%), que involucra la venta directa de energía, donde los proveedores de energía venden electricidad u otros productos directamente a los consumidores financieros, sin intermediarios. Algunos países específicos se encuentran en sus escuelas, como Colombia, donde apenas el 13% se siente más cómodo con el modelo O&M, con un 55% prefiriendo “Energía como servicio”. En Chile, la preferencia se invierte, con un 40% en O&M.

La investigación también revela que las empresas tienen una visión general positiva en relación con la transición hacia fuentes de energía sostenible, con un 65% considerando una oportunidad significativa. Cerca del 34% de los encuestados ven la transición hacia fuentes de energía sostenible como una prioridad máxima y ya tienen planes sostenibles en vigor. Otro 20% se clasifica entre las tres principales preocupaciones relacionadas con los negocios.

El factor más relevante por trabajar para incrementar la penetración de las energías renovables, o la inversión estructural, fue destacado por el 35% de los entrevistados. Dicha inversión podría incluir el desarrollo de infraestructura, la modernización de las redes eléctricas y la mejora de las instalaciones para dar cabida a fuentes de energía limpia. El 22% de los entrevistados también destaca la integración de soluciones de almacenamiento de energía como un factor crítico para promover la adopción de energías renovables, destacando la importancia de las estrategias de almacenamiento para hacer frente a la intermitencia de las fuentes.

Domínguez concluye: “La transición energética es una prioridad y una gran oportunidad para la mayoría de las empresas. Sin embargo, estas empresas carecen de conocimiento y recursos para avanzar. La solución es buscar el apoyo de consultores especializados en energía para obtener soluciones confiables, eficientes y sostenibles”.

En Chile el combustible/tecnología que cumple un papel más importante en la transición energética es la energía solar (93%)
en Chile el combustible/tecnología que cumple un papel más importante en la transición energética es la energía solar (93%) – Cedida.

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